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Foto del escritorMedita Yoga Estudio

6 cualidades de la meditación que sanan nuestro niño interior




La meditación trae a nuestra conciencia ciertas cualidades específicas que sanan directamente nuestro niño interior. Estas cualidades son:


Observación.

Cuando estamos observando, miramos desde un espacio donde podemos separarnos del drama emocional pero al mismo tiempo podemos continuar sintiendo.


Comprensión.

Con este tipo de conciencia podemos quitar lentamente la presión de nosotros mismos y dejar de sentirnos culpables e incompetentes por nuestros fallos. Empezamos a ver la vida como un proceso de crecimiento, y todas nuestras luchas forman parte de ese proceso.


Aceptación.

Lo que importa es que observamos y aceptamos lo que hay, como científicos del alma, del mundo interior. De acuerdo con mi experiencia los cambios auténticos se dan lentamente. Suceden por sí mismos cuando hemos descubierto la habilidad de observar y aceptar.


Presencia.

Nuestros miedos nos desconectan de nosotros mismos. Aprender a mantenerte presente sana esa herida. La presencia es un conocimiento sin juicio. En el momento en que empiezo a validar lo que está sucediendo, en lugar de juzgarme por no sentir otra cosa o no sentir más, creo espacio para que se revelen más cosas.


Centrarse.

Al sintonizar con las sensaciones de nuestro cuerpo y con nuestro vientre, volvemos a nuestro centro de forma gradual pero progresiva. La fuente de nuestra autoestima y nuestra firmeza es estar conectados con nuestro centro.


Paciencia y confianza.

La paciencia proviene de una confianza profunda de que todo aquello que tenga que pasar, esté por pasar y sea necesario que pase pasará, y pasará en su propio momento. La paciencia y la confianza están intrincadamente entrelazadas. Ni siquiera sé trata de confiar en alguien en particular, sino que desarrollamos un espacio de confianza en general. Esa calma en el centro de nuestro ser que eclipsa todos nuestros traumas emocionales, miedos y dudas.


Extraído del libro "Cara a cara con el miedo", Krishnananda.

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