
Modalidades de trabajo interior
Existen muchas formas de trabajo interior. Aquí nos centraremos en cinco de ellas, aquellas cuya efectividad ha sido más comprobada y que ofrecen resultados realmente significativos.
Las técnicas que abordaremos sucesivamente en los post semanales son:
Oración
Japam
Autosugestión
Concentración
Meditación
La Oración
Ésta es la primera modalidad de trabajo interior. Se dirige especialmente a quienes ya tienen una inquietud de tipo religioso. Sin embargo, el trabajo interior no se limita al terreno religioso o espiritual, y dentro de sus técnicas la oración ocupa un lugar fundamental.
La oración es una verdadera técnica transformadora cuando:
Se practica de manera total, sincera, incondicional y espontánea, sin un reglamento estricto.
Se convierte en una apertura, aquí y ahora, de todo nuestro ser a esa realidad que intuimos dentro y fuera de nosotros, a lo que llamamos Dios.
Nos expresamos sin cálculos ni censuras, vaciándonos completamente en Dios.
La oración no consiste en la mera recitación de frases o fórmulas. Aunque estas pueden ser valiosas, lo esencial es que la oración sea un acto auténtico y profundo. No requiere preparación previa ni ideas preconcebidas, sino la disposición de situarnos ante Dios y aprender a comunicarnos con sinceridad, espontaneidad y totalidad.
Dios no busca formalismos, sino nuestra verdad. La oración debe reflejar lo que realmente somos y sentimos en cada momento, sin pretender adoptar una actitud forzada o idealizada. Si nos preocupa un problema familiar o económico, eso es lo que debemos expresar en nuestra oración, porque esa es nuestra verdad.
Orar exige sinceridad total e incondicional. Implica descubrir lo que en cada momento es real en nosotros, sin adoptar actitudes predeterminadas. Muchas veces, en la vida cotidiana, representamos distintos papeles: en casa, en el trabajo, con los amigos. Pero ante Dios no hay máscaras. La clave es preguntarnos: ¿Quién soy yo cuando me despojo de estos personajes? ¿Cómo soy en mi esencia más pura?
La verdadera oración ocurre cuando nos expresamos sin filtros ante la vida, nuestros problemas, miedos, ambiciones y deseos. Cuando volcamos todo nuestro interior en Dios y nos vaciamos de nuestro yo personal, dejamos espacio para que Dios nos llene de su presencia. Entonces sentimos cómo una nueva vida nos transforma y nos guía. Esa es la auténtica oración, y toda oración que no se haga desde esta entrega no es verdaderamente oración. 📖 Basado en El trabajo interior, Antonio Blay.
Comments