Atención en el presente

Una buena práctica para afinar la Atención Consciente es utilizar el instante presente. Observar la mente pensante y darnos cuenta de si nos tiene secuestrados en el tiempo -pasado o futuro-, y poner consciencia en el instante presente. Agudizar nuestra percepción a través de los sentidos. Ser muy consciente del entorno en el que estamos, de lo que vemos, oímos... No poner toda la atención fuera. Es decir, buscar un equilibrio entre lo que me llega de fuera y lo que percibo-siento dentro. Se trata de no perderse tanto en el mundo de las formas que hay en el exterior, y poner consciencia en uno mismo mientras interactuamos con el mundo. Si estamos en presencia de otro ser humano, ser consciente de si lo escuchamos o no: ¿Desde dónde lo escuchamos? ¿Cómo nos afectan sus palabras? ¿Y su mirada? La mirada es muy significativa, porque no sale del pensamiento. La mirada sale de una dimensión mucho más profunda que habita en nosotros. Ser conscientes de la respiración. ser conscientes de que inhalamos y exhalamos mientras andamos por la calle, trabajamos o interactuamos con el mundo. La respiración es un ancla que nos mantiene en el instante presente. Si somos perseverantes en la observación del instante presente, empezamos a vernos como jamás nos habíamos visto. La sanación silenciosa. La experiencia del despertar de Aliciah contada por Jai Arumi

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