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Foto del escritorMedita Yoga Estudio

Ley 7. La ley del propósito en la vida.




La séptima ley espiritual es la ley del dharma, la cual afirma que todo ser sintiente tiene un propósito en la vida.


Posees unas habilidades únicas y un modo único de expresarlas. En este mundo existen necesidades que encajan perfectamente con tus dones específicos y cuando las necesidades del mundo coinciden con la expresión creativa de tus talentos, se cumple tu propósito: tu dharma.



Para vivir conforme a tu dharma, tu fuerza vital debe fluir sin esfuerzo ni interferencias. La práctica del yoga proporciona un mecanismo directo para liberar bloqueos energéticos del cuerpo. Cuando se eliminan los obstáculos que impiden el flujo de la energía vital, eres capaz de expresar aspectos más expandidos de tu ser. Una mayor compasión, sabiduría y alegría son señales de que la vida está fluyendo en consonancia con la ley del dharma.


La ley del dharma se compone de tres elementos fundamentales. El primero te recuerda que tu propósito último es descubrir tu Ser superior. Busca al dios o la diosa que mora en tu interior y que desea expresar el propósito sagrado para el que naciste. Accede a la conciencia testigo, ilimitada y eterna, que es la esencia de quien eres, y considérate un Ser atemporal e infinito que está viviendo una experiencia temporal.


El segundo elemento de la ley del dharma consiste en reconocer y expresar tus dones únicos. Reserva un tiempo para honrar tus dones innatos y elabora una lista de aquello que se te dé bien. Un modo de conecta con tu dharma es tener presente las cosas que realmente te encantan. Confecciona una lista de las actividades que te aportan felicidad tanto a ti como a los demás; podría tratarse de cantar, tocar el piano, enseñar gimnasia o cocinar. Tal vez seas especialmente bueno con la escucha profunda o la ayuda a los necesitados; pero al margen de cuáles sean tus talentos únicos, expresarlos te produce felicidad y satisfacción a ti y a otras personas. Cuando actúas en consonancia con tu dharma y expresas tus dones, pierdes la noción del tiempo y acedes a un estado de conciencia atemporal.

El tercer elemento del dharma es el servicio a los demás. Las acciones que son acordes al dharma te benefician tanto a ti como a las personas a quienes afectan. En el diálogo interior de una persona que vive en sintonía con su dharma surgen las siguientes preguntas; <<¿Cómo puedo servir?>> y <<¿Cómo puedo ayudar?>>. Las respuestas a estos interrogantes te permiten servir a tus semejantes con amor y compasión. Poner tus habilidades al servicio de los demás constituye la máxima expresión de la ley del dharma. Cuando tus expresiones creativas coinciden con las necesidades de otros seres humanos, fluye en tu vida la abundancia.

El yoga significa actuar conforme al dharma; mover el cuerpo de forma correcta y consciente es la esencia de una vida en armonía con las leyes de la naturaleza.

Cada célula, tejido y órgano de tu cuerpo tiene su dharma, que consiste en ejecutar su función y contribuir a buen funcionamiento de todo el organismo. El tubo digestivo lleva a cabo la tarea de secretar jugos gástricos, desplazar el bolo alimenticio, absorber nutrientes y eliminar toxinas. El sistema endocrino secreta hormonas esenciales que regulan el metabolismo, la reproducción, el crecimiento y la regeneración. El sistema circulatorio regula la presión sanguínea y el gasto cardíaco. Si bien cada uno de estos sistemas desempeña un papel específico, el propósito fundamental de su existencia es contribuir al buen funcionamiento de la totalidad de los procesos fisiológicos. La práctica del yoga contribuye al desempeño del dharma de tu cuerpo. Cuando la energía vital fluye sin esfuerzo a través de cada célula, cada tejido y cada órgano, se está cumpliendo su dharma. Cuando eres capaz de expresar tus dones con naturalidad a consecuencia de la flexibilidad, el equilibrio y la fuerza adquirida durante la práctica de yoga, estás alineado con la ley del dharma.

Cuando dejas que la inteligencia y la fuerza vital de la naturaleza fluyan a través de ti, este hecho te recuerda tu propósito más elevado: servir al mundo y contribuir al flujo evolutivo de la vida.



📖  "Las siete leyes espirituales del yoga", Deepak Chopra.



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